lunes, 20 de junio de 2011

El espiritu guia al hombre


COMANDO TACTICO. CLASES DE FORMACION Y ENCUADRAMIENTO DE LA MILITANCIA.         ROBERTO ROJAS          PABLO RUIZ


HOY COMENZAMOS CON LO QUE ES NUESTRO OBJETIVO PRINCIPAL.
HACER CONOCER A LOS JÒVENES DE HOY, LO QUE APRENDIMOS NOSOTROS DE LA DOCTRINA PERONISTA, DEL GENERAL Y EVITA Y DE LOS HOMBRES QUE SE IDENTIFICARON, CASI EN FORMA SAGRADA CON ELLOS Y TRANSMITIERON AL PUEBLO LO QUE LES ENSEÑARON.

                                              Clase No.  1                                              EL ESPÌRITU GUÌA AL HOMBRE.

 Comenzamos diciendo como concebìa un partido nuestro líder:” La organización de un partido polìtico que solamente estè destinado a aglutinar hombres llevados por cualquier sentimiento, que no sea el bien de la nacionalidad, no es un partido polìtico, es una turba polìtica, cuando mucho.”                                                     

“ Lo primero que hay que darle a un organismo es su espìritu.  Asì como un hombre sin alma es siempre un cadáver, un organismo que no posea espìritu o alma, serà un cadáver, grande o chico, pero cadáver al fin. El alma colectiva està formada por una serie de principios y sentimientos que individualizan a esa masa. Como que piensa, en conjunto, de una manera similar, tiene un objetivo comùn y se aglutina detràs de un ideal, que tambièn es comùn, para todos los hombres que lo componen.
“Por esta razòn, al hacer los planteamientos bàsicos para la organización definitiva de nuestro partido, hemos comenzado por fijar claramente los principios y la doctrina, porque ellos representan el alma del movimiento.
Sin una manera similar de interpretar y sin una manera similar de sentir, cuanto està aquì dicho es inútil, asì grite Viva Peròn y se llama a sì mismo peronista.
Para ser peronista no es suficiente haber intervenido en nuestro movimiento; no es suficiente haber sido elegido para cumplir una funciòn dentro del mismo, no es suficiente decirlo y que lo digan los demàs. Es necesario que cuanto se dice aquì se sienta profundamente.
Eso es lo fundamental de nuestro nuestro movimiento y de la organización del mismo. Quien piensa y quien siente lo que aquì se dice, està unido al otro que piensa y dice lo mismo; pero quien piensa distinto, aùn cuando se ponga un ròtulo en el pecho, no es peronista. “


Nosotros vemos en estos postulados que marca el General Peròn, la necesidad de ser fiel a la doctrina, la identificación entre los compañeros y el estar siempre atentos para detectar a aquellos que se dicen  peronistas y no lo son.
Tienen que existir las condiciones precisas:  la misma manera de entender la doctrina y el mismo sentimiento de calor y de amor hacia esa doctrina.


Continuamos:

“ Como vengo diciendo, esto es lo fundamental. Sin eso no existe partido y sin eso no iremos a ninguna parte, porque son las fuerzas del Espìritu las que guìan  y llevan al hombre, aunque èl las quiera resistir.
No son las fuerzas materiales ni las pasiones la fuerza motriz del hombre. Serà el espìritu el que lo llevarà y quien no tanga el espìritu inclinado a pensar y sentir de una manera similar a la de su agrupación, serà siempre un hombre dìscolo y difícil dentro de un movimiento de hombres que tienen un mismo sentir y pensar.
Una vez llenado el primer requisito de la organización, es decir, el que lleva a la aglutinación de los hombres por el espìritu, viene el aspecto material, el que muchas veces suele ser un telòn que tapa una triste realidad:pero lo que necesitamos, para que èste sea realmente un movimiento, es que ese telòn estè de acuerdo con el fondo, es decir que sea la representación real de una real unidad.
En otras palabras: la organizaciòn material no hace sino poner en conjunciòn y en formación orgànica a hombres que tienen una conformaciòn espiritual exacta o relativamente exacta entre uno y otro.
Este anteproyecto contiene las dos cosas:  contiene la organización espiritual, vale decir la declaraciòn de principios y doctrinas que conforman el alma de nuestro Movimiento y una Carta Orgànica que le da forma material a esa aglutinación que solamente puede hacerse por el espìritu y el corazòn.

Espìritu, corazòn y mente revolucionarios. Unidos en un profundo sentido de bùsqueda de la paz y la felicidad màs de los otros que de nosotros mismos. Como la doctrina cristiana que animò al General y nos sotiene a nosostros, los militantes de base. FUERTEMENTE UNIDOS Y PODEROSAMENTE ORGANIZADOS. ESA ES LA MAYOR CONSIGNA DEL COMANDO TÀCTICO PERONISTA.

“”Esto es lo que yo quiero que interpreten en esta declaraciòn.
Nosotros en la reforma polìtica, comenzaremos por modificar los mètodos.
Hasta ahora, los partidos polìticos contaban con solo una carta orgànica que contenìa un sinnúmero de enunciaciones, màs o menos vagas, en las que los valores morales brillaban, a menudo, por su ausencia. Nosotros vamos hacia otra clase de iniciación.
Queremos hombres que piensen y sientan como nosotros, que tengan un objetivo similar al nuestro, que estèn dispuestos a sacrificarse como nosotros por el bien de la Naciòn..
Unámonos para realizar ese sacrificio en beneficio colectivo, para servir solamente a la Naciòn y para practicar el bien como lo entendemos y como lo iremos perfeccionando durante nuestra marcha.
Tenemos un punto de partida distinto. SABEMOS LO QUE QUEREMOS Y SABEMOS ADONDE VAMOS.
Bastarìa ahora que tuvièramos la fuerza de espìritu suficiente para cumplir cuanto anhelamos.
Señores: Esta organización que representa para nosotros la verdadera reforma polìtica, serìa inútil encararla dàndole a la población algunas màximas para cumplir o algunas directivas para realizar..   Las reformas se hacen reformando y comenzando por reformarse a sì mismos, porque es muy viejo y conocido el mètodo que encara la reforma por la reforma de los demàs y ya nadie cree a ese que predica de una manera y obra de otra.
El primer aspecto de esta organización-recapitulando- es dar orgánicamente un espìritu al Movimiento, con su mìstica, sus principios, con la determinación de las grandes normas de ejecución. Eso conforma un estado, dirìamos asì, espiritual del Movimiento, que se entiende algunas veces y se siente otras.
BENDITO SEA QUIEN PUEDE ENTENDERLO Y SENTIRLO!
Y aquel que solamente lo siente, se ponga a estudiar, a meditar y a trabajar para tambièn comprenderlo. y  aquel que solamente lo comprenda, que le pida a Dios     que lo haga bueno para sentirlo. Y no se crea que èsto es una perogrullada,
El militar sale con su tropa y llega al objetivo con èsta, todo en conjunto y a una voz de mando algunas veces.
El polìtico està librado a sus propios pensamientos y a sus propias reflexiones.  Êl solo tiene un punto de partida comùn y un objetivo adonde debe llegar, y èl elige su camino.
Èl marcha por distintos caminos y de distintas maneras, individualmente, a su libre albedrío y si no le gusta se vuelve. ÊL marcha con una sola condiciòn: no perturbar a los que marchan con èl y llegar simultáneamente al objetivo que se ha fijado por du propia voluntad en el momento en que es preciso que llegue.


Es preciso, indispensable, entender y sentir la propuesta de la doctrina filosòfica nacional y popular que representa el Movimiento Peronista
En ella no hay fantasìas, sino realidades a construir sobre la marcha.
Para construir es necesaria la fuerza del espìritu. Para crecer es menester querer lo mismo en la acciòn, de modo que sean miles de brazos y de manos unidos, fabricando sin prisa ni pausa, la concreción de los ideales justicialistas: justicia social, independencia econòmica y soberanìa polìtica.
Sin justicia no hay bienestar posible. Sin independencia no hay libertad de movimientos y sin soberanìa caemos en el cipayismo que marcò a fuego casi doscientos años de vida argentina.


“ Lo que la disciplina polìtica no permite es el engaño. Lo que la disciplina polìtica no tolera es el mal procedimiento. Lo que la disciplina polìtica impone es la sinceridad y la la lealtad en todos los procedimientos y por sobre todas las cosas.
En la disciplina polìtica nadie està obligado a realizar lo que su conciencia no le obliga, y, en consecuencia quien quiera realizar un mal acto no solamente corrompe la disciplina partidaria, sino que se hace pasible de que esos hombres que deben obedecerlo sean quienes tengan derecho a mandar a quien està mandando.
Señores: quien realice una trenza o quien efectùe una maniobra en beneficio propio no puede imponer ni exigir disciplina a quienes deben obedecer.
Por eso la disciplina polìtica es una desiciplina eminentemente de fondo..POR ESA RAZÒN TAMBIÈN, EL CONDUCTOR NO SE HACE, NACE.; Y POR ESA MISMA RAZÒN, LOS CUADROS DIRECRIVOS TAMPOCO SE HACEN, SINO QUE NACEN. DESGRACIADO QUIEN CREA QUE SE PUEDE HACER UN CONDUCTOR POR DECRETO O POR ELECCIONES.
ESTO ES SIMPLE DE EXPLICSAR. CONDUCIR ES UN ARTE, Y EL ARTISTA NACE, NO SE HACE.
“Esta disciplina de la que yo oigo hablar tan a menudo, es, como muchas otras cosas, que estàn en todas las bocas y en muy pocos corazones. Mande con dignidad, mande con sinceridad, mande con desinterès y con lealtad, mande con honradez y serà obedecido. Pero mande tergiversando la realidad o con engaños, en provecho propio y no del conjunto, mande a base de combinaciones, y veràn como el mejor conductor no serà obedecido.
“Y en èsto volverè a repetir lo que tantas veces he dicho.
Cuando un dirigente manda, debe ser obedecido y siempre que estè encuadrado en eses slogan que tanto conocemos y que dice:”TODOS SEAMOS ARTÌFICES DEL DESTINO COMÙN, PERO NINGUNO INSTRUMENTO DE LA AMBICIÒN DE NADIE.”.
Si se manda asì, la disciplina no tendremos que imponerla. L disciplina serà una consecuencia de la acciòn que nosotros realizamos. Noi mandemos nunca lo que no es justo y seremos obedecidos. No impongamos jamàs una injusticia, porque eso trae la rebelión de las masas. De la disciplina podrìamos hablar mucho, pero baste decir que para ser obedecidos tenemos que mandar bien.
Desgraciadamente, todavía no hemos podido organizarnos, porque los acontecimientos no nos han llevado a esa organización y comenzamos ahora esta nueva etapa del Movimiento; vale decir, la etapa de la consolidación del mismo, que ha de lograrse con esta organización que iniciamos. Si la inspiramos en cuanto he dicho, el èxito està alcanzado, pero en caso contrario, es inútil que trabajemos durante años y años tras una ilusiòn que nos resultarà inalcanzable..
Por eso es que hay que llevar a todas partes de la Repùblica estas ideas, con el objeto de lograr la formación de un organismo homogèneo. 
¿ En què consiste la homogeneidad de ese movimiento? En una cosa muy simple que los hombres olvidan a menudo: Conocer adònde vamos y què es lo que queremos, es decir realizar un movimiento que se analice a sì mismo y dè razòn de ser por el objetivo que persigue. Una acciòn absoluta de objetividad en la realización y concepción de todas nuestras cuestiones.
Para llegar a la unidad de eso solo nos serà necesario vivir la situación de la Naciòn, apreciar el lugar de conjunto de la misma y los problemas que son comunes. De esa apreciación saldrà una misma resoluciòn y una misma manera de resolver los problemas. ESTO ES LO QUE EL MOVIMIENTO ALCANZARÀ CON SU ORGAIZACIÒN.
El orgaizarlo suficientemente nos ha traìdo algunos problemas que ustedes conocen como yo, problemas que comienzan por ser polìticos y luego se transforman en institucionales. De eso no resulta ningún beneficio y sì grandes perjuicios para la Naciòn y especialmente para las lejanas provincias y departamentos donde esos conflictos se producen.”


En estos pàrrafos se halla incluida una de las màs famosas enseñanzas del
General Peròn.  “Un conductor nace, no se hace.” Y agrega que un equipo dirigencial tampoco se hace, nace.
La historia posterior ha certificado la permanente y creciente validez de estas màximas. Las màximas que el pensò y ejecutò para la organización del partido y el pueblo peronista.
Contiene la recomendación de hacerse de todos los valores morales que hacen a un polìtico autèntico, a un dirigente verdadero. Honradez, sinceridad, visiòn, sentido estricto de la disciplina y la justicia; y muy especialmente amor por los conducidos, a quienes el conductor enaltece con la luz del ejemplo de su conducta, su vida, su trayectoria.
Aquì radica la pureza doctrinal. Ser ìntegro, justo, honrado, y dar al movimiento una organización tan indestructible como la Patria misma.
Eso hizo, desde el principio al final de su vida polìtica, nuestro Líder màximo. Un visionario, un escritor, un polìtico y un padre de todos nosotros para que vivamos para el bien de los demàs, entendiendo el como y el porquè de las cosas de la vida en la comunidad organizada.